Taoufik Kassi, 27 años, Marruecos
Voluntario del Cuerpo Europeo de Solidaridad (CES o ESC, en inglés) en La Xixa, ha vivido una experiencia transformadora durante su año de voluntariado. Entre otros, participó en proyectos como Rassif a Escena, una performance teatral que promueve los derechos de menores migrantes y en la creación de obras teatrales que fomentan la interculturalidad.
El Viaje de Taoufik
Participar en el voluntariado europeo en La Xixa ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Desde el principio, me sentí atraído por la idea de formar parte de un proyecto que utiliza el arte como herramienta para transformar realidades y abordar problemáticas sociales.
Durante los 12 meses que estuve como voluntario, tuve la oportunidad de involucrarme en proyectos diversos y significativos. Participé en la gestión logística de talleres y eventos, actué en obras de teatro como Yo no soy racista, pero..., y colaboré en la creación de una obra en catalán junto a jóvenes locales. También trabajé en el proyecto Rassif a Escena, promoviendo los derechos de menores migrantes, donde no solo actué, sino que apoyé en la coordinación y la traducción.
Esta experiencia me permitió mejorar mis habilidades de actuación y me ayudó a crecer a nivel personal. Aprendí a trabajar en equipo, a gestionar responsabilidades y a valorar la riqueza de la interculturalidad. Además, completar mi formación como facilitador y realizar un curso de monitor de tiempo libre me abrió nuevas puertas tanto profesional como personalmente.
Claro que hubo retos, como adaptarme a un nuevo entorno y manejar múltiples responsabilidades, pero gracias al apoyo del equipo de La Xixa, siempre sentí que formaba parte de una comunidad que me acompañaba en cada paso.
Recomiendo este voluntariado a cualquier persona apasionada por el arte y con ganas de generar un impacto positivo. La experiencia es mucho más que un intercambio cultural; es una oportunidad para crecer, aprender y dejar una huella en el mundo a través del teatro.
Estoy profundamente agradecido con el equipo de La Xixa, mis tutores, directores y compañeros, quienes me hicieron sentir como en casa desde el primer día. Si estás pensando en ser voluntario, mi consejo es que te animes y vivas esta experiencia única.
¡No te arrepentirás!
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